Dimitir, abandonar, renunciar, consentir, aguantar, sobrellevar, sufrir.
Conformarse, doblegarse, plegarse, someterse, dejarse.
No es fácil, no lo es, no.
Porque uno vive y todas las cosas son bonitas 100 veces, pero todas las cosas son feas 100 veces 100.
Tragas con la vida, con tus formas de ser, con la de los demás, con lo que quieres o no quieres y con eso que todavía no sabes que quieres.
Te dicen bien y sonries.
Te dicen mal y es un millar de penas.
Y acabas y vuelves y lloras y te alejas, sabiendo que los sentimientos nunca seran entendidos por otros, sólo por ti siempre que tu no te hayas ido de tu lado.
Y si lloras, te marchitas y si te secas se te lleva el viento. Ese viento en el que soplan tantos.
Si te atreves, habrá quien critique tu osadía... incluso aquél que la busca.
También yo me harto de mi misma. Y es que no es fácil, no, no lo es.
Hay que barrer y barrer, y luego, después de ello, sembrar y recoger la cosecha.
