Tú, a quien yo no confío mis largas horas sin sueño;
tú que tan tierna me calmas como una cuna meciéndome.
Tú que tu insomnio me ocultas, dime si soportaremos
la sed que nos magnifica, sin abandono.
Recuerda que a los amantes la mentira les sorprende
en sus confesiones. Sola tú formas parte de mi
pura soledad. En todo te transformas: un murmullo
o tu aéreo perfume.
Entre mis brazos: ¡qué abismo que se alimenta de pérdidas!
Mis brazos no te retienen
Y es por eso justamente
que te tengo para siempre.
tú que tan tierna me calmas como una cuna meciéndome.
Tú que tu insomnio me ocultas, dime si soportaremos
la sed que nos magnifica, sin abandono.
Recuerda que a los amantes la mentira les sorprende
en sus confesiones. Sola tú formas parte de mi
pura soledad. En todo te transformas: un murmullo
o tu aéreo perfume.
Entre mis brazos: ¡qué abismo que se alimenta de pérdidas!
Mis brazos no te retienen
Y es por eso justamente
que te tengo para siempre.
Rainer Maria Rilke
1 commentaire:
Mi he trobat amb aquesta situació i es molt dura. La veritat es que no m'agradaria tornar-la a viure.
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