sin respuesta, con preguntas...

Esperar algo de alguien es un error, esperar que te quieran y muestren interés en los momentos difíciles es error abismal, ... No siempre estan los que imaginabas que estarían y a veces, ese sólo hecho, ya produce que esa tristeza inicial augmente por un tema añadido, por la incomprensión, ... en definitiva, por esperar algo, cariño tal vez, preocupación quizá, interés, ... de alguien importante.
Así que, NO, no quiero añadidos y a veces es mejor tomar el toro por los cuernos y dar el primer paso para cerrar puertas, puertas que sólo dan al vacío, puertas que al mantenerlas abiertas sólo hacen que permitir que el frío entre y todo se hiele, que todo se vuelva de un azul grisáceo deprimente. 
Dejar la puerta abierta por si algún día vuelve a aparecer el calor, es absurdo, más que nada porque puedes morir en el intento o hundirte en la miseria de tu ser.  
Pero realmente cerrar no es fácil y una vez has dado el portazo y has puesto hormigón en toda la pared, empiezan las preguntas. Te quedas analizando si no estás siendo demasiado radical, si no has cerrado demasiado rápido, si todavía acabaran llamando, si no estarán ahí detrás y no te das cuenta, ... te quedas preguntando y preguntando el por qué de muchas cosas, el sentido de las tuyas...
El mayor mal de tener preguntas es no obtener respuestas.